Rinden tributo de despedida al Mercedes-Benz Clase G
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En consecuencia con el anuncio de la trasnacional automotriz alemana DaimlerBenz AG sobre el pase a retiro del famosísimo vehículo todo terreno Mercedes-Benz Clase G (o Gelandewagen) los preparadores alemanes siguen presentando ediciones especiales de despedida sobre las últimas unidades producidas por su fabricante en Sindelfingen, Alemania.
La propia Mercedes-Benz brindó su aprobación a la producción de un lote de 60 unidades del todo terreno en la versión más extrema, la AMG G 65 a fin de que el preparador alemán Affalterbach haga una transformación propia para convertirle en el “Final Edition”.
Las 65 unidades serán pintadas en un único color, bronce oscuro y eso se extiende a los elementos adicionales como guardafangos, parachoques e incluso ruedas, que son de diseño especial y de 21 pulgadas de diámetro.
La transformación retocó el interior con un tapizado en cuero Nappa, que recurre a un estampado romboidal y se complementa con paneles en fibra de carbono y detalles textiles en color bronce oscuro para hacer juego con el color exterior del vehículo.
Entre los varios medios que han reseñado la producción de esta serie “Final Edition” la publicación mexicana ‘Automóvil Panamericano’ señaló que el tren de mando del AMG “Final Edition” usará el motor V12 de Mercedes-Benz, que desplaza 6 litros exactos y que gracias a una dotación de doble turbo y ciertos retoques puede entregar hasta 630 HP con una descomunal cifra de par de 738 libras pié.
La mitad de la serie, es decir, unas 30 unidades, será distribuida en el mercado norteamericano a través de varios concesionarios oficiales Mercedes-Benz, que ha fijado un precio de 252.990 dólares. El stock restante se distribuirá mayormente entre Europa Occidental y el Cercano Oriente.
Mercedes Benz comenzó a producir su rústico G Class en 1979 bajo la nomenclatura interna W463. Originalmente se produjo con una selección de motores de cuatro cilindros y de seis cilindros de gasolina heredados de los Mercedes-Benz W123, pero con el tiempo las capacidades del vehículo autorizaron la instalación de motores más potentes y equipamiento más generoso, logrando mantenerse en producción durante 38 años ininterrumpidos sin más que modificaciones puntuales de diseño. (Flash del Motor).