La historia de Peugeot y el ciclismo

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Antes de convertirse en una marca de automóviles, PEUGEOT desembarcó en el mundo de la movilidad de manera espectacular en 1885 con el gran Bi cuya rueda delantera medía 1,35 m de diámetro. Esta invención exótica cedió rápidamente su puesto a bicicletas con dos ruedas de dimensiones similares, como las que conocemos hoy en día.

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El León de PEUGEOT está estampado en las bicicletas más emblemáticas del mercado desde entonces, convirtiéndose en una de las marcas más longevas en el mundo de las dos ruedas y también en sinónimo de prestaciones y audacia técnica.

Las bicicletas Peugeot gozan de una potente imagen de calidad y de innovación. Con su participación en el Tour de Francia desde 1905, lograron numerosas victorias y ganaron prestigio en todo el mundo.

Las bicicletas PEUGEOT han sido innovadoras en aspectos como los cambios de marchas, las transmisiones y la electrificación. La amplitud de su gama le ha permitido acceder a una clientela amplia y diversa.

La andadura de PEUGEOT en el mundo del ciclismo se inició en 1886, dando lugar a una larga trayectoria que se extiende hasta nuestros días. Las primeras pedaladas del León en el sector de la movilidad se produjeron a bordo de un extraño velocípedo, el Gran Bi, que exigía ser todo equilibrista para sostenerse sobre su gran rueda delantera de 1,36 m de diámetro y su pequeña rueda trasera de 40 cm. Fue todo un éxito y se produjo en masa, animando a diseñar y producir nuevos modelos. Armand Peugeot centró estas actividades en la fábrica de Beaulieu y completó la gama con otro modelo de bicicleta y un triciclo.

En 1890, PEUGEOT presentó un modelo de bicicleta plegable, muy a la moda en aquella época: la Lion. Esta bicicleta, elegante y robusta, se declinó en modelos de cuadro recto o con cuello de cisne y se caracterizaba por su bajo peso (22 kg) en comparación con las bicicletas de entonces. Una vocación práctica que sigue muy viva en la marca, como demuestran sus últimas bicicletas eléctricas urbanas, que han marcado tendencia en las grandes ciudades europeas.

Tras una década de experiencia en este sector, en 1896 superó la barrera de las 9.000 unidades anuales fabricadas. Desde entonces, la producción de bicicletas en la marca PEUGEOT no se ha detenido nunca y la gama de bicicletas y accesorios ha sido cada vez más completa y variada, con, entre otros tipos, bicicletas para el ejército y para las carreras ciclistas que ya a finales del Siglo XIX eran muy numerosas. Ya en 1900, la planta de Beaulieu, la producción alcanzó los 20,000 modelos, que incluían bicicletas y triciclos.

Cuando el 1 de julio de 1903 se inició el primer Tour con la primera etapa entre París y Lyon, la competición entró en una nueva dimensión. Esta prueba deportiva no pilló por sorpresa a PEUGEOT, que había comprendido desde hacía tiempo la importancia de las carreras para dar a conocer sus productos. Desde sus inicios ya había patrocinado a ciclistas consagrados y prometedores, además de organizar o apoyar varias carreras Desde 1904, creó su propio equipo de competición profesional, que seguiría en activo hasta 1989.

Sus bicicletas consiguieron los primeros triunfos en el Tour de Francia, alzándose con la primera de sus diez victorias en la Clasificación General en 1905, con Louis Trousselier, vencedor de la París-Roubaix ese mismo año En 1907, los ciclistas del PEUGEOT lograron copar los tres primeros puestos de la Milán-San Remo y, en 1912, en el Giro de Italia, el equipo PEUGEOT terminó segundo.

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En total, el palmarés del equipo PEUGEOT es impresionante. Además de las diez rondas francesas, los deportistas del maillot primero azul y amarillo y después ajedrezado subieron a lo más alto en tres ediciones de la Vuelta a España, otros tres Campeonatos del Mundo, seis París-Roubaix, siete París-Tours, cuatro Voltas a Catalunya.

Con este palmarés de éxitos, se decidió crear una empresa independiente para el desarrollo del negocio ciclista del León y, en 1926, nacía PEUGEOT Cycles, que aprovechó el impulso tecnológico y las exigencias de la competición para innovar y crear nuevas técnicas y utilizar nuevos materiales, como el aluminio prensado, que se utilizó por primera vez en el cuadro de una bicicleta en 1941.

Con la evolución de competiciones como “La Grande Boucle”, las motocicletas y los automóviles que seguían la carrera fueron cada vez más numerosos y ya en la década de 1930, el Tour se había convertido en un auténtico evento de masas, lo que permitió que se empezaran a utilizar los primeros vehículos publicitarios que precedían o seguían el paso de los corredores. A lo largo de todo el recorrido se apiñaban miles de aficionados, una ocasión perfecta para PEUGEOT para promocionar su amplia gama de productos; de las bicicletas a los automóviles pasando por las herramientas y las motocicletas en la impresionante y sorprendente “Caravana del Tour”, que precede a cada etapa.

Después de la Segunda Guerra Mundial, en las décadas de 1950 y 1960, cuando se produjo la verdadera explosión de fenómeno ciclista: innumerables empresas apostaron por publicitarse carrozando vehículos con formas y colores realmente peculiares creando así una auténtica caravana publicitaria llena de originalidad. Muchos de los modelos que se tomaron como base para el desarrollo de esos vehículos publicitarios eran PEUGEOT: 203, 403, D3, D4 o 404. Ninguno escapó a la fantasía de los publicitarios y al talento de los carroceros.

El fenómeno de los vehículos publicitarios se convirtió en una moda tan popular en Francia que llegaron a organizarse concursos para premiar a las mejores y más originales creaciones. El más famoso de estos concursos fue, sin duda el “Concours de la Publicité qui roule” (Concurso de la publicidad rodante) que se celebró por primera vez en Burdeos en el verano de 1951.

En esa ocasión, el premio fue otorgado a un PEUGEOT D3 A transformado por el carrocero Paul di Bordeaux para la empresa de chocolates Poulain. Hoy, los raros ejemplares de estos vehículos publicitarios que han sobrevivido son objetos de culto no tan solo por parte de los coleccionistas de coches o de los aficionados del Tour sino incluso de empresas del sector.

Paralelamente, PEUGEOT Cycles expandió sus actividades con la apertura de la planta de Romilly sur Seine. Un impulso que le permitió liderar el mercado francés en 1973, con 500 modelos diferentes de bicicletas, para todos los gustos, exigencias y bolsillos. En 1977, Bernard Thévenet logró la décima victoria del León en el Tour de Francia.

En 1982, Cycles PEUGEOT introdujo la técnica de soldadura fuerte para fabricar sus cuadros, lo que significa que no se puede ver la unión o la costura soldada. El año siguiente, se introdujeron las primeras bicicletas de carbono, un material que es 4,5 veces más liviano que el acero y 3,2 veces más resistente. En 1984, el León se adentró en un nuevo mercado, el de las bicicletas de montaña.

En 1998, PEUGEOT bate un nuevo récord mundial en bicicleta: 212 km/h en una pista de esquí de la estación de Vars. Este éxito no le hace perder de vista su vocación innovadora. Ya en el siglo XXI, el León presenta su primera bicicleta híbrida de serie en 2009 y desarrolla una mountain bike con ruedas de 29” en 2011. La primea eBike llegaría en 2013 con la PEUGEOT AE21 Hybrid, urbana, compacta, eléctrica e inteligente, con su ingenioso  estuche para batería, bolsa para computadora portátil, estación antirrobo y puerto USB.