Industria automotriz en transición al vehículo eléctrico
Rodrigo Bueno, Director de Robótica de ABB Brasil, evalúa los próximos pasos en la cadena productiva en un articulo publicado por Auto Industria.
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Los fabricantes de automóviles y los proveedores de la industria enfrentan, y continuarán, desafíos importantes a medida que la transición a los vehículos eléctricos (EV) se acelera en todo el mundo. Uno de ellos será la necesidad de gestionar la enorme complejidad en torno al montaje y la cadena de suministro.
Fuertemente afectada por la pandemia de Covid-19, la producción mundial de vehículos se desplomó un 16 % en 2020 en comparación con 2019, según la OICA, la Organización Internacional de Fabricantes de Automóviles. Al año siguiente, los cuellos de botella en la cadena de suministro impidieron una recuperación significativa en el segmento.
Los vehículos eléctricos, en cambio, han despegado en sentido contrario, según datos de la IEA, Agencia Internacional de la Energía. Si bien el mercado general de automóviles de combustión se ha contraído, las ventas de automóviles eléctricos se han opuesto a la tendencia y se duplicaron con creces a 6,6 millones el año pasado. Como resultado, la participación de los automóviles eléctricos en las ventas globales aumentó del 4,1 % al 8,57 %.
Con muchos países restringiendo y eliminando gradualmente la producción de vehículos con motor de combustión durante la próxima década, la carrera hacia los autos eléctricos se ha acelerado. Los fabricantes y sus cadenas de suministro deben enfrentar la complejidad de diversificarse hacia vehículos eléctricos junto con vehículos con motor de combustión para cumplir con los diversos marcos regulatorios que rigen la adopción de vehículos eléctricos en todo el mundo.
Incluso con el fuerte crecimiento, la participación de los vehículos eléctricos aún es pequeña, como lo muestran los números. Sin embargo, su producción tiende a aumentar significativamente, junto con otros motores eléctricos, impulsada por incentivos gubernamentales en línea con los objetivos de mitigación del cambio climático y la expansión de las ofertas de productos EV por parte de los fabricantes.
Para la industria automotriz, en la práctica, esto significa que la producción mundial de vehículos se caracterizará cada vez más por una combinación fragmentada de automóviles de combustión y vehículos eléctricos.
De acuerdo con Flexing for the Future, un Informe de Pronóstico Global 2035 sobre Powertrain patrocinado por ABB Robotics y creado por la unidad de inteligencia automotriz de Ultima Media, solo para 2031 la producción de vehículos electrificados, incluidas las versiones híbridas, superará a los motores de combustión pura a nivel mundial.
El panorama será aún más complejo en 2035, cuando, aunque predomine la producción de vehículos eléctricos, los motores de combustión pura seguirán representando más del 20% del mercado mundial. Además de una combinación de vehículos híbridos y enchufables, también habrá un surgimiento de nuevas tecnologías, como los vehículos eléctricos con celdas de combustible de hidrógeno.
No cabe duda, por tanto, que la transición al vehículo eléctrico requerirá una profunda transformación de procesos y herramientas en las líneas de producción de los fabricantes y proveedores de automóviles, además de la infraestructura logística.
Para mantener la rentabilidad y la calidad, se necesita una mayor flexibilidad y colaboración en toda la cadena. En este contexto, la automatización, la digitalización y la conectividad vuelven a ganar protagonismo en el sector, pionero en la adopción de la robótica.
La mayor flexibilidad vendrá con los avances en la adopción de robots colaborativos, robots móviles autónomos (AMR) y sistemas digitales, que permiten, por ejemplo, ensamblajes personalizados y cambios rápidos de producción. El cambio a la logística y el manejo de materiales en fábricas más autónomas también será fundamental en este sentido. Y todo esto se puede mejorar a través de una conectividad local más rápida, incluido el uso de redes 5G.
Otra transformación importante será la transición a celdas de producción modulares e individuales capaces de admitir una mayor variación de productos y suministros en comparación con el ensamblaje lineal. Esto dará a los fabricantes la capacidad de modificar o incluso reemplazar celdas individuales sin necesidad de interrupciones en la producción. Por lo tanto, es posible iniciar procesos a pequeña escala y aumentar el ritmo de producción, agregando o reubicando celdas de acuerdo con los cambios en la demanda.
El uso de big data para la planificación predictiva ayudará a los fabricantes a optimizar los diseños de producción a través de simulaciones de gemelos digitales al garantizar que puedan anticipar y reaccionar ante los cambios.
Dado el fuerte ritmo de expansión de las ventas de vehículos eléctricos y, en consecuencia, la necesidad de respuestas rápidas de la industria automotriz, las alianzas entre fabricantes y empresas especializadas en tecnología para la automatización en el desarrollo de soluciones son esenciales.
Es la colaboración la que ayudará a identificar mejor las oportunidades de automatización y digitalización de procesos para que la industria en su conjunto funcione a la misma velocidad que los vehículos eléctricos.
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