El automóvil de suscripción es el segmento de más rápido crecimiento en Brasil
La flota alcanzó las 106 mil unidades en septiembre, un total de 16,4% superior al año anterior, informa Auto Industria.
Recibí las noticias en tu celular: Canal de WhatsApp Motorpy
La flota destinada al servicio de autos por suscripción de las empresas de alquiler que operan en Brasil creció un 16,4% este año, con un total de 106 mil unidades al cierre de septiembre, frente a las 91 mil del mismo mes del año pasado. Los datos fueron divulgados por Abla, la Asociación Brasileña de Empresas de Alquiler de Autos, destacando que el balance sólo incluye vehículos pertenecientes a sus afiliados, no contemplando, por tanto, los pertenecientes a las automotrices que también ofrecen el servicio.
Según la entidad, el auto de suscripción fue el tipo de alquiler que más creció durante la pandemia. El presidente de Abla, Marco Aurélio Nazaré, proyecta que su participación se duplique en el mediano plazo porque, a pesar de ser reciente, “es un servicio que llegó para quedarse”, principalmente por el cambio de comportamiento en relación al transporte y la movilidad causada por el covid-19.
“Este es un nicho relativamente nuevo en el alquiler de autos, pero sin duda llamó la atención de aquellos que valoran más el uso que la propiedad”, agrega el consejero gerente de la asociación, Paulo Miguel Júnior. “La pandemia provocó que haya más gente, claro, siempre que se pueda, para evitar aglomeraciones en el transporte colectivo, por ejemplo”.
La modalidad, según la entidad, va desde los modelos más básicos, los llamados modelos de entrada, hasta los más equipados y lujosos. En el coche de suscripción, la persona deja de adquirir un vehículo propio para alquilar el modelo que desee durante uno, dos o incluso tres años. Al finalizar el contrato, puedes renovar el abono para tener otro coche 0 km en el garaje.
“Junto a esto, el cliente acababa descubriendo, experimentando y aprobando beneficios extra como ya no tener que preocuparse y gastar en seguros, mantenimientos, revisiones, impuestos y, sobre todo, con el desgaste que tenía al vender su propio coche”, destaca Miguel Junior.
{loadmoduleid 232}