Stellantis logra 1.000 crash test en el Centro de Seguridad de Latinoamérica en 5 años

Stellantis Safety Center es uno de los centros de seguridad vehicular más modernos del hemisferio sur.
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Las pruebas de choque las realiza un equipo especializado formado por más de 50 ingenieros.
Cada año se realizan más de 200 pruebas de choque para evaluar y optimizar la seguridad del vehículo. Las simulaciones de impacto cumplen estrictamente con los estándares internacionales de seguridad de vehículos.
Hace unas semanas, Stellantis alcanzó el hito de 1.000 pruebas de choque realizadas en el Safety Center, uno de los centros de pruebas más avanzados del hemisferio sur. Ubicado en el Stellantis Automotive Hub en Betim, Brasil, este espacio fue diseñado para garantizar las certificaciones legales y técnicas requeridas en todos los proyectos desarrollados para las marcas de la compañía, reafirmando su compromiso con la seguridad de los vehículos y la excelencia en el desempeño.

“El Safety Center es hoy uno de los centros de pruebas de choque más modernos de la compañía y un claro ejemplo de nuestro compromiso con Sudamérica. Este hito refleja nuestro compromiso con la innovación, la tecnología y, sobre todo, con las personas y los consumidores. La combinación de estos factores “Nos permite anticiparnos al futuro, ofreciendo vehículos con mayor modernidad, rendimiento y seguridad”, destacó Emanuele Cappellano, presidente de Stellantis Sudamérica.
Las pruebas de choque se realizan en dos etapas por un equipo especializado del Centro de Seguridad, integrado por más de 50 ingenieros.
En la primera etapa, que precede a la colisión, se realiza un análisis exhaustivo de todos los aspectos de seguridad del vehículo. Este proceso incluye la eliminación de fluidos, mediciones estáticas, instalación de sensores, aplicación de pintura en zonas clave para el análisis de impacto y la configuración de cámaras de alta precisión para registrar los efectos en el vehículo y dummies, maniquíes antropomorfos diseñados para simular la respuesta de El cuerpo humano en situaciones de shock.

En la segunda etapa, después del impacto, se recogen y analizan meticulosamente todos los datos generados durante la prueba. Este proceso es esencial para garantizar la precisión y consistencia de los resultados, que cumplen con los más estrictos estándares internacionales de seguridad vehicular.
Desde la preparación del vehículo hasta el análisis final de los resultados, cada prueba de choque requiere más de 250 horas de trabajo especializado, lo que refleja el firme compromiso de Stellantis con la seguridad y la excelencia en cada uno de sus productos.
CENTRO DE SEGURIDAD

Inaugurado en 2019 en el Stellantis Automotive Hub en Betim, Brasil, el Centro de Seguridad para América Latina ha otorgado total autonomía tecnológica a la región, permitiéndole gestionar todas las fases de desarrollo de nuevos vehículos. Este complejo engloba el diseño, desarrollo y pruebas de vehículos de clase mundial en Sudamérica, asegurando altos estándares de calidad y excelencia.
Con una superficie de 7.600 m² y una pista de 130 metros de ancho, el centro tiene capacidad para realizar ensayos de impacto en vehículos de hasta 4 toneladas. Fue diseñado para realizar ensayos de colisión frontal, trasera y lateral contra barreras rígidas y deformables, cumpliendo con los estándares internacionales y cubriendo todas las aprobaciones requeridas. Además, las pruebas físicas realizadas en sus instalaciones evalúan la estructura del vehículo en el suelo, así como los sistemas de retención, como cinturones de seguridad y airbags, replicando una amplia variedad de posibles escenarios de accidente.
En sus cinco años de funcionamiento, el Centro de Seguridad ha incorporado múltiples innovaciones tecnológicas para elevar los estándares de seguridad vehicular. En 2023 se inauguró el Laboratorio de Certificación de Dummies, desarrollado para validar los maniquíes utilizados en pruebas de choque de alto nivel en la región.
Este nuevo laboratorio juega un papel clave en la evaluación individual de cada componente de los maniquíes antropomórficos, que están equipados con aproximadamente 50 sensores ubicados estratégicamente. Estos dispositivos permiten analizar con precisión el comportamiento del cuerpo humano en diferentes tipos de colisiones, contribuyendo a la mejora continua de la seguridad del vehículo.