Danny Candia se da el gusto de acelerar en Magny Cours un Renault de la Fórmula 1
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Un hecho histórico tuvo este jueves el automovilismo paraguayo. Nuestro compatriota, el piloto Danny Candia en el circuito francés de Magny Cours, aceleró un auto Renault de la Fórmula Uno, situación nunca antes logrado por algún representante nacional.
Candia, accediendo a un pedido especial de los organizadores de una presentación oficial de la máxima categoría a realizarse en enero próximo en Santa Cruz, Bolivia, que eligieron al piloto guaraní para ser el piloto encargado del manejo del auto de la máxima categoría, viajo a Francia para esta experiencia.
En un día no muy apto para pruebas de este tipo, por la temporada inviernal europea, Candia, sin embargo giro durante 59 vueltas al trazado francés a los mandos de un Renault del año 2008, incluso con muy buenos registros.
“Para mi fue lo máximo. Disfrute del auto y de todas las atenciones de la gente de Renault. Siempre tuve entre mis metas en el automovilismo manejar alguna vez un Fórmula 1 y eso se cumplió”, dijo Candia tras la inédita experiencia.
“En principio debía haber acelerado un auto más antiguo, pero al final accedí al modelo 2008 y eso me puso aún más feliz”, agregó.
Candia, tras esta experiencia será el encargado del manejo de un F1 en Santa Cruz en enero próximo, según el programa que ya está elaborado en el vecino país.
Este nuevo logró de Candia, se produce después de su paso por el GT italiano el año pasado, en donde se dio el gusto de ponerse al mando de una Ferrari F430, del equipo “Scuderia La.Na” de Andrea Montesi, que desarrolla una potencia de 500 caballos, algo también inédito para un paraguayo a esa altura.
Danny Candia, es uno de los pilotos paraguayos con mayor experiencia en las pistas. En su país, se puso al volante de un Fórmula Nacional, que luego se proyecto a categorías internacionales, entre las que se pueden citar a la Fórmula 2 Argentina, la Fórmula 3 Sudamericana, Fórmula Ford y Fórmula 3 Inglesa, Fórmula Indy Light e Imsa de EEUU y ha probado suerte en la DTC de Alemania y la TC de Argentina.
Una corta historia de un sueño largo….
Por Danny Candia (*)
En 1974, después de haber probado lo que se sentía manejar un Karting, vi por primera vez una carrera de Formula I en la Tv, lo hice colgado de la muralla del único vecino en el barrio que captaba la señal de tv Formosa, la cual transmitía las carreras de Fórmula 1 que se disputaban en el país vecino….ese día pensé dentro mío ” quiero manejar uno de esos algún día”.
36 años después de ese día, se dio la oportunidad.
Se dio en un momento en el cual lastimosamente no puedo correr en un Formula 1, no por que no tenga la capacidad de hacerlo, como me lo pude demostrar a mí mismo, sino porque nadie, ninguna compañía va a invertir en un tipo pasado de años y sin futuro promisorio. Pero se dio también en un momento donde realmente puedo apreciar todo lo que para mí significa subirse a un formula 1 y acelerarlo como si fuera la última oportunidad de mi vida.
Sentado en el avión que salía de Miami a Paris a donde había llegado el día antes para una reunión con respecto a mi carrera deportiva, pensaba en cómo me sentiría y que sentiría en el momento de estar arriba del F1. Me puse a pensar en todo lo que había transcurrido para llegar hasta allí, las victorias y las derrotas, los sueños cumplidos y los miles que quedaron en el camino, el trabajo previo desde que comencé a correr, los amigos que me ayudaron, los que hasta hoy en día siguen siendo los mismos, y por alguna razón que solo Dios sabe, me apoyan como si fuera el primer día, pero también estos años han tenido sabor a derrota y traición por parte de algunos que hoy por hoy estoy seguro que deben estar más que arrepentidos, pero como me dije a mi mismo en ese momento,” debo disfrutar de las victorias tanto como las derrotas, que en las carreras son parte, como en la vida misma”. Al final creo que eso es lo que nos hace diferentes a los humanos, ya que están los que se caen con las derrotas y los que se hacen más fuertes pensando en las revanchas.
Han pasado muchos años desde que empezó el sueño y quería disfrutar de este momento a mi manera. Comprendí que para poder manejar este F1, tendría que hacer el viaje solo y no con la gente que yo desearía que esté a mi lado, pero también pensé que era de esa manera como debería ser ya que el sueño lo empecé solo y lo debería terminar solo, disfrutando de todas las cosas que solo alguien que siente una pasión, sabe como en realidad siento.
En estos años han sucedido muchas cosas, y solo Dios y yo sabemos por todo lo que he pasado, como las noches sin dormir, los días lejos de casa, los cumpleaños, navidades, año nuevo, día del padre, fiestas y acontecimientos lejos de mis hijos y de las personas importantes en mi vida…recordé las noches que vivía en Inglaterra dedicándome a esto que tanto me apasiona, teniendo que dormir e los camiones del equipo, tapándome con diarios para no morirme de frio, mientras mis contrincantes de turno dormían en hoteles suntuosos o casas rodantes con valores millonarios, pero que esas situaciones, lejos de amilanarme, me hacían mas fuerte cada día, y cuando llegaba el momento de competir en la pista, sabían que les costaría caro el intentar pasarme. El costo de los sueños suele ser alto, por lo menos para mí, pero hoy comprendo que el camino fue el que yo había elegido, sin que nadie me lo pidiera.
Llego el día de la prueba en Manny Cours, un circuito famoso de F1, desde que yo tuve conocimiento de lo que era un auto de carreras, saber que mi nombre estaría en la planilla de pilotos de Fórmula 1, junto a tantos campeones de todo el planeta, me hacía sentir muy profundo, importante, imbatible, con la seguridad que siempre tuve de poder hacer mi trabajo a los mandos de cualquier cosa que tenga cuatro ruedas y que vaya rápido.
A veces con el tiempo, las complicaciones, los compromisos uno va perdiendo el sentido de adonde quiere llegar, y los sueños por alguna razón dejan de existir….siempre me dije a mi mismo, que ” la única manera de alcanzar los sueños es persiguiéndolos, persiguiéndolos, persiguiéndolos y persiguiéndolos….algún día los vas a alcanzar”.
Sentado a las 7am en el pequeño hotel Du Circuit en Magny Cours, preparandome para ir hasta el circuito a unos 2km de allí, desayunando solo, tratando de comunicarme en mi terrible francés con el dueño, mozo, conserje, vale parking y todo lo que uno se pueda imaginar que este tipo hacia en el hotel…, tratando de decirle que yo quería desayunar un buen te caliente con jugo de naranja, con un pan recién horneado.
Una de las cosas que más extrañe de las carreras en Europa siempre fue ese olor a la mañana temprano de un pan recién horneado, puede que parezca algo ridículo, pero es parte de un todo que hace que yo siga amando tanto este deporte o esta forma de vivir, aunque como ese día, extrañe a los amigos, hijos, ingenieros y por sobre todo a mi esposa, que es mi hacedora de sueños.
Llegando al circuito, saludando a cada mecánico por su nombre, por respeto como lo he hecho toda mi vida, una formula que me ha hecho ganarme un lugar rápido dentro de los equipos donde he competido durante toda mi carrera, hace que me sienta parte del mismo, charlando y bromeando en cualquier idioma con ellos o enseñándoles a decir alguna grosería en guaraní…..
Cuando de repente me avisan que llego la hora de subirme al auto…….comencé a vestirme de corredor, como lo había hecho por los pasados 36 años, con la misma tranquilidad y sintiendo las mismas cosquillas en el estomago como cada vez que he sabido que tenía que acelerar un auto
Luego de las últimas instrucciones del equipo, le doy la señal acordada al encargado de darle arranque al motor…..en ese momento comprendí que 36 años largos parecían solo un corto momento de espera comparado con el transcurrió desde el momento de la orden de arranque hasta que sentí los 800 y pico de caballos de fuerza a mis espaldas….en ese momento se me vino a la mente Beni, mi hermano del alma, el cual se ha sacrificado un montón al lado mío hasta el punto de trasladar su vida a EEUU, por estar cerca mío en alguna carrera…el es una parte importante de este sueño y a él es quien quiero dedicarle este momento tan especial, no por ser el que más lo merece, porque no se trata de una competencia, sino por ser quien más me conoce arriba de un auto.
La orden del equipo llego, como llego la indescriptible sensación de manejar un Formula 1 por primera vez, pasando frente a boxes en mi primera vuelta, con la vibración y el sonido a mis espaldas de un sueño que había comenzado hace tanto, pero que sin embargo parecía tan poco en ese instante.
Dentro mío comprendí que estaría en este negocio mientras siga sintiendo que el auto que manejo, cualquiera sea, tome vida entre mis manos y me lleve al mundo de mis sueños que se hacen realidad a mas de 300kmh….
(*) Danny Candia, es uno de los pilotos paraguayos con mayor experiencia en las pistas, una categoría que en su país está ausente. En sus inicios se puso al volante de un karting, Fórmula Nacional, que luego se proyecto a categorías internacionales, entre las que se pueden citar a la Fórmula 2 Argentina, la Fórmula 3 Sudamericana, Fórmula Ford y Fórmula 3 Inglesa, Fórmula Indy Light e Imsa de los EEUU y ha probado suerte en la DTC de Alemania y la TC de Argentina.
Este comentario la escribió y la levantó en su página de Facebbok, tras convertirse en el primer piloto paraguayo en acelerar un auto de la Fórmula 1, el pasado sábado 27 de noviembre dos días después de su experiencia en la máxima categoría, en Francia.