Con luces azules intermitentes y sirena: La ambulancia Mercedes-Benz Sprinter 313 CDI

Exposición en el Museo Mercedes-Benz con el equipamiento original de la época. En misiones para la Cruz Roja Alemana en el distrito de Rems-Murr, cerca de Stuttgart, durante tres años a partir de 2001.
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Una seguridad ejemplar y una conducción muy confortable caracterizan a la Sprinter.
“Close-up”: el nombre de esta serie del Museo Mercedes-Benz lo dice todo. Cada entrega cuenta historias sorprendentes, emocionantes e interesantes sobre los vehículos de la exposición. Con motivo del 30 aniversario de la introducción del Mercedes-Benz Sprinter, en esta ocasión el protagonista es la ambulancia Mercedes-Benz Sprinter 313 CDI del año 2001 en la Sala de la Colección 3: Galería de los ayudantes.
Nº 2/2025: Ambulancia Mercedes-Benz Sprinter 313 CDI.

Llamativo: un Mercedes-Benz Sprinter con carrocería cúbica blanca, sistema de luces azules y llamativos colores fluorescentes. Así es una ambulancia típica y así se ve en el Museo Mercedes-Benz. La Cruz Roja Alemana del distrito de Rems-Murr utilizó esta ambulancia con el indicativo 2/83-2 desde 2001 durante tres años. Durante ese tiempo recorrió nada menos que 111.473 kilómetros.
Nueva forma: este tipo de construcción se denomina en la jerga técnica “carrocería de caja”. En comparación con una furgoneta con carrocería de chapa, el espacio de carga útil con paredes rectas es más fácil y práctico de equipar y, además, ofrece más espacio, incluido el espacio para la cabeza, y aislamiento. Otro factor importante para una ambulancia es que es más fácil cumplir con los requisitos de higiene. Fue construida por Binz, con sede en Lorch, Baden-Württemberg. En 1996, la empresa presentó su primera ambulancia con carrocería de caja, fabricada sobre la base del Mercedes-Benz Sprinter en la planta de Ilmenau en Turingia. Esto marcó el comienzo de una nueva era, ya que las furgonetas transformadas en ambulancias con carrocería estándar habían dominado el mercado hasta los años 90.

El primer Mercedes-Benz Sprinter se estrenó mundialmente el 23 de enero de 1995. Sucedió a la serie de furgonetas T 1 (anteriormente denominada «Bremer Transporter») y se convirtió en un éxito de ventas inmediato, llegando incluso a ser «furgoneta del año 1995». No es de extrañar, ya que el nuevo vehículo impresionaba por su gran comodidad de conducción y su seguridad ejemplar. El sistema de frenos antibloqueo ABS, el diferencial de freno automático ABD y, por primera vez en una furgoneta, cuatro frenos de disco estaban siempre a bordo. Estaba disponible en diferentes distancias entre ejes y con diferentes variantes de carrocería. Pronto dio nombre a toda una categoría de vehículos: la «clase Sprinter». La segunda generación del Sprinter llegó en 2006, tras varias actualizaciones, de las que también se benefició la ambulancia Mercedes-Benz Sprinter 313 CDI de 2001.

Sala de tratamiento rodante: a través de las puertas traseras de doble hoja abiertas de la ambulancia, llama la atención la camilla con ruedas con su tapizado de color naranja brillante. La camilla se puede separar del carro y, por lo tanto, también se puede transportar con fuerza muscular, por ejemplo, en terrenos irregulares. Justo al lado hay un asiento azul con cinturón de seguridad para que el médico de urgencias o el paramédico puedan atender al paciente durante el traslado.

Equipamiento completo: en las inmediaciones de la camilla se encuentran importantes equipos de rescate, como un desfibrilador para estabilizar la función cardíaca y un respirador. Ambos pueden utilizarse también fuera del vehículo. Hay un suministro independiente de oxígeno médico para la respiración durante el viaje. Los maletines portátiles con suministros médicos y medicamentos también son móviles: están ubicados en los compartimentos del armario, accesibles tanto desde dentro como desde fuera del vehículo, que cuenta con una trampilla junto a la puerta lateral para este fin. Esto significa que el equipo de rescate puede realizar los primeros auxilios con todo el equipo necesario y luego continuar con su trabajo sin problemas en el vehículo. Se puede encontrar más material en los amplios compartimentos de cajones y armarios. Una ventana corredera en la parte delantera de la cabina permite la comunicación visual con el conductor.
Orientación práctica: toda la ambulancia tiene un interior práctico y funcional. Esto es esencial, ya que en caso de emergencia, unos minutos pueden salvar vidas. Cada movimiento del equipo debe ser preciso y el vehículo debe llegar al lugar de los hechos de manera fiable. Además, la “2/83-2” tiene un aspecto casi clínico, como si pudiera volver a salir a toda velocidad en cualquier momento con luces azules intermitentes y sirena, a diferencia de la ambulancia Mercedes-Benz 320 de 1937, que también se exhibe en la sala de colecciones 3, ya que aún no tiene sistema de señalización luminosa ni bocina.

Puesto de trabajo en la cabina: La unidad de control Binz para la tecnología especial se encuentra entre el conductor y el copiloto en la Sprinter. Allí se pueden encender la luz azul y la bocina, así como las luces de trabajo en el exterior y el interior de la carrocería, y un soporte aloja el mando a distancia de la radio. En la pared trasera de la cabina del conductor cuelgan dos cascos de seguridad, que, evidentemente, apenas se han usado y, por lo tanto, están en perfecto estado. También hay un foco portátil, un transformador de tensión y enchufes de 220 voltios para alimentar los aparatos eléctricos habituales.
Casi como en un turismo: asientos cómodos, visibilidad perfecta hacia delante y una conducción cómoda, casi como en un turismo: el conductor y el copiloto se alegran. El motor de cuatro cilindros del 313 CDI desarrolla 95 kW (129 CV) con una cilindrada de 2.148 centímetros cúbicos y permite alcanzar una velocidad máxima de 150 km/h. El cambio de marchas automatizado Sprintshift ofrece aún más comodidad.
Aniversario: Con motivo de los 30 años de la Sprinter, el Museo Mercedes-Benz expone un vehículo de la primera generación, así como la Sprinter actual, junto con su homólogo eléctrico, el eSprinter, en el atrio y delante del museo hasta el 31 de marzo de 2025.