¿Carrocería de Origen Vegetal? Sustentabilidad en su Máxima Expresión
La carrocería del primer ‘auto vegetal’ no utilizaría aluminio sino fibras y resinas con una carrocería y chasis compuestos por materiales basados en biopolímeros y biocomposites, de acuerdo a un interesante informe de Makinas.
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Un prototipo eléctrico con batería modular llamado “Liux”, se está desarrollando completamente en impresora 3D, no utilizará aluminio sino fibras y resinas para su construcción, aunque no es el primer concepto desarrollado con materiales vegetales, sí sería el primer carro vegetal, con una carrocería y chasis compuestos por materiales basados en biopolímeros y biocomposites de procedencia totalmente natural y en pro del ambiente.
Un equipo integrado por 20 jóvenes entre ingenieros, diseñadores, arquitectos, mecánicos y expertos en tecnología forma parte del desarrollo de este prototipo que promete ser una revolución en el sector automotriz.
Los cuales pensando en el impacto ambiental, acorde con el concepto, han decidido utilizar la menor cantidad de recursos posibles, creando y desarrollando todo desde una factoría única, iniciando en España, con el fin de reducir y optimizar los costos de la producción.
Antonio Espinosa de los Monteros, uno de los responsables de la empresa española Liux, de acuerdo a su filosofía de producción explica que “no podemos montar una fábrica como la de Seat en Martorell en un año, lo que queremos es hacer fábricas mucho más pequeñas que una gigafactoría y hacer no 500.000 vehículos sino 50,000 y establecernos localmente. Esto supone un ahorro logístico importante y, sobre todo, de CO2”.
La sustentabilidad cada vez más cobra mayor relevancia en la industria, pero al mismo tiempo se generan debates entre defensores y contrarios de los vehículos eléctricos sobre cuánto contamina la fabricación en sí, en especial de su batería.
Todo esto evidencia que la huella de carbono del proceso de fabricación representa una de las debilidades, lo que tendría que ser evaluado en la industria.
Por tanto, los desarrolladores de Liux sostienen que otro de los aspectos vitales de este vehículo es que la impresión 3D para las piezas, facilita la producción de moldes, piezas de carrocería y chasis, reduciendo los tiempos de fabricación pero también el consumo energético y las emisiones de CO2 en un 70%.
Muchas fábricas que se han visto en la necesidad de invertir en fuentes de energías renovables, como medidas paliativas la crisis, para poder continuar produciendo sus modelos.
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