A nadie le gustó los trofeos entregados en el GP de Francia
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Mientras algunos aspectos del regreso de Francia y del Circuito Paul Ricard al calendario del Campeonato del Mundo de Fórmula 1 luego de 10 y 29 años de ausencia respectivamente pueden interpretarse de diversas formas, un elemento de ésta histórica prueba realizada el pasado fin de semana como octava prueba del calendario sí recibió críticas unánimes: el trofeo para los ganadores.
Las opiniones recibidas por los trofeos entregados a los tres primeros puestos de la carrera y el ganador de la pole position han sido diferentes, pero todas coinciden en cuestionar las piezas de una u otra forma.
El trofeo, mostrando un musculoso gorila levantando con sus brazos sobre su cabeza un caucho con los distintivos del fabricante (y patrocinador) Pirelli, fue indudablemente colorido, al combinar los tonos azul, blanco y rojo que caracterizan a la bandera nacional gala. Sin embargo, la forma en sí del trofeo no convenció a nadie el pasado fin de semana.
“Ganas una carrera y te premian con un esperpento…”, dijo el semanario italiano ‘AutoSprint’ en una nota periodística publicada en su portal de internet en la cual se cuestiona “la desvalorización del concepto de reto, carente de sentido sagrado, comercializado, convertido en un parque de diversiones”.
El semanario añadió que un trofeo de estas características rompe “la capacidad de defender los valores fundamentales del deporte a motor a través de la tutela formal de sus rituales”. También ‘AutoSprint’ afirmó que “el gorila lila en esta Fórmula 1 es solo la enésima patada en el trasero al concepto sagrado y solemne de la categoría, en el cual el culto a la sustancia se diluye en nombre del decoro de las formas”.
La perplejidad fue palpable entre los pilotos, con Max Verstappen mirando incrédulo el trofeo con el cual los organizadores premiaron su segundo lugar y con Lewis Hamilton diciendo humorísticamente “un trofeo (de ganador) es un trofeo”.
Otros comunicadores, en medio de su rechazo al trofeo, se mostraron menos radicales que los tradicionales medios de comunicación especializados en deporte a motor. Así, por ejemplo, el especialista español Albert Fábrega publicó una foto del “trofeo gorila” en su cuenta en la red social Twitter diciendo “¿Qué queréis que os diga? El trofeo… pues como que no…”.
La pieza, sin embargo, no carece de sentido, ni de pedigrí, ni de identidad. Fue creada por el escultor francés Richard Orlinski, con el visto bueno de Pirelli y de los organizadores del Gran Premio de Francia. Fue hecha de resina plástica muy pulimentada y su calidad de ejecución es la adecuada, aunque no se recurrió en su hechura a los tradicionales cristales y acabados metálicos lustrosos que otros eventos de Gran Premio emplean en sus trofeos.
“Pueden decir lo que quieran, pero nunca un trofeo ha sido tan reseñado y tan fotografiado. Ese, sin duda, fue el objetivo de quienes lo encargaron…”, se pudo leer en un foro de aficionados en internet. (Flash del Motor).